viernes, 13 de agosto de 2010

Cesare Pavese


Mañana

La ventana entornada contiene un rostro
sobre el campo del mar. Los vagos cabellos
acompañan el tierno ritmo del mar.

Los recuerdos no existen sobre este rostro.
Sólo una sombra que huye, como de nube.
La sombra es húmeda y dulce como la arena
de una cavidad intacta, bajo el crepúsculo.
No hay recuerdos. Solamente un susurro
que es la voz del mar hecha recuerdo.

En el ocaso el agua débil del alba
que se embebe de luz aclara el rostro.
Cada día es un milagro sin tiempo
bajo el sol: una luz salobre lo impregna
y un sabor de fruto marino vivo.
No existen recuerdos sobre este rostro.

No existe una palabra que lo contenga
o lo una a las cosas pasadas. Ayer
se esfumó de la breve ventana como
se desvanecerá dentro de poco, sin tristeza
ni palabras humanas sobre el campo del mar.

Cesare Pavese, Italia, 1908-1950
traducción de Horacio Armani
imagen: s/d



Mattino

La finestra socchiusa contiene un volto
sopra il campo del mare. I capelli vaghi
accompagnano il tenero ritmo del mare.

Non ci sono ricordi su questo viso.
Solo un ombra fuggevole, come di nube.
L’ombra è umida e dolce come la sabbia
di una cavità intatta, sotto il crepuscolo.
Non ci sono ricordi. Solo un sussurro
che è la voce del mare fatta ricordo.

Nel crepuscolo l’acqua molle dell’alba
che s’imbeve di luce, rischiara il viso.
Ogni giorno è un miracolo senza tempo,
sotto il sole: una luce salsa l’impregna
e un sapore di frutto marino vivo.
Non esiste ricordo su questo viso.

Non esiste parola che lo contenga
o accomuni alle cose passate. Ieri,
dalla breve finestra è svanito come
svanirà tra un istante, senza tristezza
né parole umane, sul campo del mare.



Nocturno

La colina es nocturna en el cielo claro.
Allí se enmarca tu cabeza, que mueve apenas
y acompaña ese cielo. Eres como una nube
entrevista entre ramas. En los ojos te ríe
la extrañeza de un cielo que no es el tuyo.

La colina de tierra y de hojas encierra
con su masa negra tu vivo mirar;
tu boca tiene el pliegue de una dulce hondonada
entre costas lejanas. Pareces jugar
bajo la gran colina y el claror del cielo:
para agradarme repites el paisaje antiguo
y lo vuelves más puro.

Pero vives en otra parte.
Tu tierna sangre se hizo en otra parte.
Las palabras que dices no se avienen
con la ápera tristeza de este cielo.
No eres más que una nube dulcísima, blanca,
enredada una noche entre ramas antiguas.

Cesare Pavese, Italia, 1908-1950
traducción de Horacio Armani


Notturno

La collina è notturna, nel cielo chiaro.
Vi s'inquadra il tuo capo, che muove appena
e accompagna quel cielo. Sei come una nube
intravista fra i rami. Ti ride negli occhi
la stranezza di un cielo che non è il tuo.

La collina di terra e di foglie chiude
con la massa nera il tuo vivo guardare,
la tua bocca ha la piega di un dolce incavo
tra le coste lontane. Sembri giocare
alla grande collina e al chiarore del cielo:
per piacermi ripeti lo sfondo antico
e lo rendi più puro.

Ma vivi altrove.
Il tuo tenero sangue si è fatto altrove.
Le parole che dici non hanno riscontro
con la scabra tristezza di questo cielo.
Tu non sei che una nube dolcissima, bianca
impigliata una notte fra i rami antichi.

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