miércoles, 31 de agosto de 2011

Manuel Bandeira





Las ruedas rechinan en la curva de las vías
Inexorablemente.
Pero yo salvé de mi naufragio
Los elementos más cotidianos.
Mi cuarto resume el pasado de todas las casas que habité.

Dentro de la noche
En el duro corazón de la ciudad
Me siento protegido.
Desde el jardín del convento
llega el canto de la lechuza.
Dulce como arrullo de paloma.
Sé que mañana al despertar
Oiré el martillo del herrero
batir vigoroso su cántico de certezas.

Manuel Bandeira, Brasil, 1886-1968
imagen: Manuel Bandeira, por Candido Portinari
Versión © Gerardo Gambolini


O Martelo

As rodas rangem na curva dos trilhos
Inexoravelmente.
Mas eu salvei do meu naufrágio
Os elementos mais cotidianos.
O meu quarto resume o passado em todas as casas
que habitei.

Dentro da noite
No cerne duro da cidade
Me sinto protegido.
Do jardim do convento
Vem o pio da coruja.
Doce como arrulho de pomba.
Sei que amanhã quando acordar
Ouvirei o martelo do ferreiro
Bater corajoso o seu cântico de certezas.



Si quieres sentir la felicidad de amar, olvida tu alma.
El alma es lo que arruina el amor.
Sólo en Dios puede hallar satisfacción.
No en otra alma.
Sólo en Dios — o fuera del mundo.

Las almas son incomunicables.

Deja a tu cuerpo entenderse con otro cuerpo.

Porque los cuerpos se entienden, pero las almas no.

Manuel Bandeira, Brasil, 1886-1968
Versión © Gerardo Gambolini


Arte de amar

Se queres sentir a felicidade de amar, esquece a tua alma.
A alma é que estraga o amor.
Só em Deus ela pode encontrar satisfação.
Não noutra alma.
Só em Deus — ou fora do mundo.

As almas são incomunicáveis.

Deixa o teu corpo entender-se com outro corpo.

Porque os corpos se entendem, mas as almas não.



Cuando pasó el cortejo
Los hombres que estaban en el café
se quitaron el sombrero de manera maquinal
Saludaban al muerto distraídos
Estaban todos entregados a la vida
Absortos en la vida
Confiados en la vida.

Uno, sin embargo, se lo quitó con un gesto lento y demorado
Mirando largamente el ataúd
Ése sabía que la vida es una agitación feroz y sin objeto
Que la vida es traición
Y saludaba a la materia que pasaba
Liberada para siempre del alma extinta.

Manuel Bandeira, Brasil, 1886-1968
Versión © Gerardo Gambolini


Momento num café

Quando o enterro passou
Os homens que se achavam no café
Tiraram o chapéu maquinalmente
Saudavam o morto distraídos
Estavam todos voltados para a vida
Absortos na vida
Confiantes na vida.

Um no entanto se descobriu num gesto largo e demorado
Olhando o esquife longamente
Este sabia que a vida é uma agitação feroz e sem finalidade
Que a vida é traição
E saudava a matéria que passava
Liberta para sempre da alma extinta.



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