sábado, 25 de mayo de 2013

Rudyard Kipling





“¿Tienes noticias de mi hijo Jack?
No con esta marea.
“¿Cuándo crees que regresará?”
No con este viento, y con esta marea.

“¿Alguien recibió noticias de él?”
No con esta marea.
Pues lo hundido difícilmente nade,
no con este viento, y con esta marea.

“Oh, Dios, ¿qué consuelo puedo hallar?”
Ninguno con esta marea,
ni con ninguna marea,
salvo que no avergonzó a los suyos —
ni aun con ese viento, y esa marea.

Así que mantén la cabeza bien erguida,
con esta marea,
y con cualquier marea;
¡porque él fue el hijo que engendraste
y que entregaste a ese viento, y a esa marea!


Rudyard Kipling, India, 1865 – Inglaterra, 1936
Versión © Gerardo Gambolini
imagen: Infantería Británica avanzando en Loos


My Boy Jack

“Have you news of my boy Jack?” / Not this tide. / “When d’you think that he’ll come back?” / Not with this wind blowing, and this tide. // “Has any one else had word of him?” / Not this tide. / For what is sunk will hardly swim, / Not with this wind blowing, and this tide. // “Oh, dear, what comfort can I find?” / None this tide, / Nor any tide, / Except he did not shame his kind — / Not even with that wind blowing, and that tide. // Then hold your head up all the more, / This tide, / And every tide; / Because he was the son you bore, / And gave to that wind blowing and that tide!


Nota:

Al comenzar la Gran Guerra, John (Jack) Kipling, de 17 años, único hijo varón de Rudyard Kipling, expresó su deseo de unirse a la Marina Real para luchar contra los alemanes. Cuando el joven fue rechazado en los exámenes médicos por su pronunciada miopía, el escritor, que alentaba vivamente la intención de su hijo, usó su influencia para que pudiera incorporarse al ejército, donde fue instruido y designado Teniente Segundo del 2º Batallón de Guardias Irlandeses. Jack Kipling fue dado por desaparecido a los 18 años, en setiembre de 1915, tras la Batalla de Loos, su primera participación en la guerra (la muerte del joven se confirmó posteriormente). Escrito por Kipling al enterarse de su desaparición, Mi hijo Jack fue publicado como preludio de un cuento sobre la Batalla de Jutlandia (1916) de su libro Sea Warfare. Las imágenes y el tema del poema, de naturaleza marítima, refieren a un marinero genérico, Jack (o Jack Tar). 


sábado, 11 de mayo de 2013

Peter Sirr







                        Aquí viví
tal vez un minuto de mi mente
suficiente
para que todo sea claro
los  muebles, la luz de la mañana
                                                           los sueños

las agonías
de lo posible

o, al menos, los lentos días extendiéndose
en la vida elegida

Acosado por esta calle
camino
recordando otra ciudad
recordándote

toda nuestra vida desplegada ante nosotros
en ese momento

y ahora de vuelta
aquí

Aquí también las calles se llenan
de vidas posibles
y de cada una
me alejo
subiendo a la deriva

como suben los globos sobre...
—¿era Koblenz?—
en elevado silencio

En la autopista
ahora
una cesta de mimbre en un trailer
yendo a casa

pero en el campo
las manos —mías, tuyas—
chorreando burbujas
se estiran hacia las sogas
y entonces
y ahora
en seda hundida
nuestros cuerpos apaciguados

   *  *  *

oh, ¿por qué
no me quedé?

Trepé hacia ti
con persistencia, y tú

volviste la cara y te acercaste,
tu voz

derramada en mi boca
Ningún silencio, es cierto, que no te pronunciara

ningún azul ni gris ni lluvia ni estación
pero arrasaste

la delgada cortina de la luz
y cosiste mis ojos al día vencido


Peter Sirr, Waterford, Irlanda, 1960
Versión © Gerardo Gambolini
imagen: s/d

Koblenz, maybe

Here / I have lived / maybe one minute in my mind / enough / for everything to be clear / furniture, morning light / dreams // agonies / of the possible // or, at last, the slow days unfolding / in the decided life // Haunted by this street / I walk / remembering another town / remembering you // our whole life spread before us / in that moment // and now returned / here // Here too the streets swell / with possible lives / and from each one // I lean out / drifting up // like the baloons over — / was it Koblenz? — / in their high quiet // Or the motorway / now / a wicker basket on a trailer / speeding home // but in the field / the bubble descending / hands —mine, yours — / stretching for the ropes / and then / and now / in plunged silk / our bodies stilled. /// oh why did I not / stay? // I climbed towards you / persistently, and you / you turned your faced and leaned / all the way over, your voice // spilled into my mouth / No silence, true, that does no utter you // no blue no grey no rain no season / but you have ravaged // the light’s thin curtain / and stitched my eyes to the fallen day