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domingo, 9 de enero de 2011

Derek Walcott


Mañana, mañana

Recuerdo las ciudades que nunca he visto
exactamente. Venecia la de las venas plateadas, Leningrado
con sus minaretes de caramelo retorcido. París. Pronto
los impresionistas estarán haciendo sol con la sombra.
¡Oh! y los callejones de Hyderabad como una cobra desenroscándose.

Haber amado un solo horizonte es insularidad;
ciega la visión, estrecha la experiencia.
El espíritu está dispuesto, pero la mente es sórdida.
La carne se desperdicia bajo sábanas llenas de migas,
ampliando la Weltanschauung con revistas.

Hay un mundo al otro lado de la puerta, pero qué terrible
es estar con tus valijas en un escalón frío cuando el alba
vuelve rosa los ladrillos, y antes de que empieces a lamentarlo,
tu taxi llega tocando una vez la bocina,
se acerca al cordón como un coche fúnebre — y uno sube.

Derek Walcott, Santa Lucía, 1930
Versión © Gerardo Gambolini
imagen: s/d


Tomorrow, Tomorrow

I remember the cities I have never seen
exactly. Silver-veined Venice, Leningrad
with its toffee-twisted minarets. Paris. Soon
the Impressionists will be making sunshine out of shade.
Oh! and the uncoiling cobra alleys of Hyderabad.

To have loved one horizon is insularity;
it blindfolds vision, it narrows experience.
The spirit is willing, but the mind is dirty.
The flesh wastes itself under crumb-sprinkled linens,
widening the Weltanschauung with magazines.

A world’s outside the door, but how upsetting
to stand by your bags on a cold step as dawn
roses the brickwork and before you start regretting,
your taxi's coming with one beep of its horn,
sidling to the curb like a hearse — so you get in.



Cierre

Yo vivo junto al agua
solo. Sin esposa ni hijos,
le he dado vueltas a cada posibilidad
hasta llegar a esto:

una casa humilde junto a un agua gris,
con ventanas siempre abiertas
al mar rancio. No elegimos estas cosas,

sino que somos lo que hemos hecho.
Sufrimos, los años pasan,
nos quitamos la carga pero no nuestra necesidad

de cargas. El amor es una piedra
que se asentó en el fondo del mar
bajo el agua gris. Ahora, no le pido nada

a la poesía sino sentir de verdad,
ninguna piedad, ni fama, ni curación. Callada esposa,
podemos sentarnos a mirar el agua gris,

y en una vida inundada
de mediocridad y basura
vivir como las rocas.

Yo voy a olvidar la sensibilidad,
voy a olvidar mi don. Eso es más importante
y más difícil que lo que ahí pasa por vida.

Derek Walcott, Santa Lucía, 1930
Versión © Gerardo Gambolini


Winding Up

I live on the water,
alone. Without wife and children,
I have circled every possibility
to come to this:

a low house by grey water,
with windows always open
to the stale sea. We do not choose such things,

but we are what we have made.
We suffer, the years pass,
we shed freight but not our need

for encumbrances. Love is a stone
that settled on the sea-bed
under grey water. Now, I require nothing

from poetry but true feeling,
no pity, no fame, no healing. Silent wife,
we can sit watching grey water,

and in a life awash
with mediocrity and trash
live rock-like.

I shall unlearn feeling,
unlearn my gift. That is greater
and harder than what passes there for life.