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domingo, 29 de mayo de 2011

Tom Paulin




Son mensajes secretos, cifrados por iniciales
que nada nos revelan. “LY ¿dónde estás ahora?
Te sigo queriendo. MN”
Y luego, al día siguiente, “MN ¿aún estás ahí?
Te amo. LY” “¿Te escribo a la vieja dirección?”,
sugiere entonces MN, a la espera.

Cada tarde, a la hora del té, las escuetas señales recomienzan.
Casi pueden escucharse los susurros de amores separados,
oscuros adulterios que terminaron en el estacionamiento de un pub,
aunque ellos quieren revivirlo, verse otra vez,
furtivamente, como espías cuyos pensamientos se tocan
antes de que sus cuerpos puedan hacerlo.

Tal vez el amor sea así, en un depósito vacío.
Pensar en letra chica, tan pública, tal vez sea tierno.
¿Quién diría que en una ciudad donde el periódico es normal
tantos hombres y mujeres esperen que el chico del periódico,
su celestino, los lleve, solitarios pero confiados,
a una cama en alguna parte?

Tom Paulin, Leeds, 1949
Crecido en Belfast, Paulin es considerado un poeta norirlandés
Versión © Gerardo Gambolini
imagen: T. Paulin, fotografía de Daniel Jones


Personal Column

These messages are secret, the initials
Code them, puzzling most of us. ‘LY
Where are you now? I love you still. MN’
And then, next evening, ‘MN are you still there?
Loving you. LY’ Shall I write
To old address?’ MN suggests, waiting.

Each teatime, the thin signals start again.
You can almost hear the cheeping
Of separated loves, obscure adulteries
That finished in pub carparks, though they want
To make it new, to meet again, furtively,
Like spies whose thoughts touch before their bodies can.

Love, in an empty warehouse, might be like this.
To think small print, so public, can be tender.
Who’d guess that in a city where the news
Is normal, so many men and women wait
For the paper boy, their go-between, to bring them
Lonely but hopeful, to a bed somewhere?


Desertmartin *

A mediodía, en el punto muerto de una fe
entre Draperstown y Magherafelt,
este poblado amargo muestra la bandera
bajo la luz recocida de setiembre.
Aquí la Palabra se ha reducido a unas pocas
certezas resecas, y el rastrojo chamuscado
ciñe como un negro cinturón una siembra de Biblias.

Porque este es el territorio de la Ley
lo atravieso con un conocimiento estéril
— el buho de Minerva en un auto alquilado.
Un guardia escocés mira por la calle y sonríe,
feliz y desechable, como un cartucho de bronce.
Un individuo útil, casi en su patria,
y sin embargo no del todo, no del todo.

Es un nido blanqueado, este lugar. Veo avinagrarse
la simple gracia presbiteriana, y encallecerse luego,
mientras el espíritu libre y vigoroso se convierte
en una rebeldía servil que gime y chilla
por el sometimiento de la letra: grita
para que el Amo conduzca a sus inferiores
a una impecable prisión, su mañana calcinado.

Islam masculino, el gobierno de los Justos,
dunas y geometría egipcias,
una teología de la culata y ejecuciones:
estos son los lugares donde el espíritu muere.
Y ahora, en la arenosa luz de Desertmartin,
veo una cultura de ramitas y caca de pájaros
agitando una bandera chillona que ama y aborrece.

* Pequeño poblado del condado de Londonderry, Irlanda del Norte

Tom Paulin, Leeds, 1949


Desertmartin 

At noon, in the dead centre of a faith,
Between Draperstown and Magherafelt,
This bitter village shows the flag
In a baked absolute September light.
Here the Word has withered to a few
Parched certainties, and the charred stubble
Tightens like a black belt, a crop of Bibles.

Because this is the territory of the Law
I drive across it with a powerless knowledge--
The owl of Minerva in a hired car.
A Jock squaddy glances down the street
And grins, happy and expendable,
Like a brass cartridge. He is a useful thing,
Almost at home, and yet not quite, not quite.

It's a limed nest, this place. I see a plain
Presbyterian grace sour, then harden,
As a free strenuous spirit changes
To a servile defiance that whines and shrieks
For the bondage of the letter: it shouts
For the Big Man to lead his wee people
To a clean white prison, their scorched tomorrow.

Masculine Islam, the rule of the Just,
Egyptian sand dunes and geometry,
A theology of rifle-butts and executions:
These are the places where the spirit dies.
And now, in Desertmartin's sandy light,
I see a culture of twigs and bird-shit
Waving a gaudy flag it loves and curses.